En el contexto actual, prácticamente todas las operaciones que realizamos tienen una base digital: las transacciones bancarias, las gestiones administrativas e incluso nuestra forma de relacionarnos socialmente tienen un carácter electrónico. Cada segundo, millones de datos circulan por la red para sustentar el modelo de sociedad digital, y por ello se ha hecho necesario desarrollar mecanismos de seguridad que, como el blockchain, garanticen la seguridad, transparencia y trazabilidad de toda esa información.

La tecnología de blockchain, o cadena de bloques, se está implantando cada vez con mayor fuerza en sectores como el financiero, el energético o el logístico para agilizar el intercambio de información y, además, hacerlo de una manera fiable. Básicamente se trata de una base de datos que registra información por bloques, de manera encriptada y descentralizada, lo que permite que sea inmutable y muy difícil de manipular. Así, se trata de una tecnología que garantiza la seguridad en el almacenaje de datos y además permite una trazabilidad total por lo que, en caso de una brecha, se podría identificar fácilmente el movimiento que la originó.
En el ámbito de la ciberseguridad, gracias al desarrollo del blockchain las transacciones que realizamos son más transparentes y seguras porque reduce las posibilidades de falsificación o blanqueo, ¡y su alcance es cada vez mayor!
¿Cómo funciona el blockchain?
En esencia, esta tecnología permite a los usuarios registrar datos de manera encriptada en bloques que se encadenan de manera sucesiva. De esta manera, desaparecen los intermediarios en el flujo de información porque es el usuario quien registra los datos de manera directa e inmediata, y además lo hace de forma acumulativa: cada bloque generado queda registrado y no se puede modificar, pero sí se puede añadir un nuevo bloque que contenga información adicional. Así, todas esas «capas» de información se pueden rastrear para verificar quién introdujo qué información y cuándo, por lo que se trata de un proceso totalmente transparente.
El blockchain garantiza la codificación de los datos, la transparencia en las transacciones y la trazabilidad total de los flujos de información
Este proceso, complejo a nivel computacional pero sencillo desde el punto de vista de la usabilidad, se articularía de la siguiente manera:
- Un usuario inicia una transacción de información que, de forma inmediata, es compartida con todos los miembros de la red, ya que se trata de un sistema descentralizado
- Cada uno de esos nodos verifica que la nueva transacción es válida, por lo que se conforma en forma de bloque y se añade a la cadena ya existente
- Los nodos comprueban la validez del nuevo bloque en relación a la cadena y lo aprueban
Y, puesto que el usuario emisor y el destinatario deben estar correctamente identificados, el intercambio y almacenaje de datos resulta todavía más seguro; además, como cada nuevo eslabón de la cadena afecta al resto, cualquier miembro de la red podrá detectar de manera casi instantánea alteraciones o intentos de fraude.

El origen de la tecnología blockchain para el almacenaje de datos se vincula al nacimiento y desarrollo de las criptomonedas o bitcoins que, por su propia naturaleza, requieren de sistemas de transmisión muy seguros. De hecho, prácticamente no se han producido brechas de seguridad en los bitcoins, lo que indica que la combinación de tecnologías como el blockchain, la descentralización y la encriptación responden de manera eficiente a esa necesidad. Hoy en día, sin embargo, su aplicación excede el sector financiero y son cada vez más las empresas de industrias vinculadas a la salud, a la energía e incluso a la logística que la implementan en sus operaciones.
Para qué sirve el blockchain: ventajas e inconvenientes
Desde una perspectiva de ciberseguridad, el blockchain representa multitud de ventajas derivadas de la transparencia y trazabilidad de los datos. Pero, más allá de generar un registro histórico que disminuye las posibilidades de fraude, existen otros muchos aspectos organizativos que hacen muy beneficiosa esta tecnología:
- Integridad de la información y eliminación de intermediarios en las transacciones
- Ahorro de costes y mayor eficiencia en el almacenaje de datos
- Inmediatez en la identificación de posibles problemas en la cadena de información, derivada de la interconectividad y descentralización
- Aumento de la confianza de los usuarios
- Transmisión de información en tiempo real
Por otro lado, también existen asociadas ciertas limitaciones en su uso, como son las dificultades de escalabilidad, el alto coste y la complejidad en el mantenimiento.
La realidad es que, en la actualidad, tanto en el sector público como en el privado la presencia del blockchain es cada vez mayor y esta se traduce en un creciente número de contratos inteligentes, sistemas de votación electrónicos, identidades digitales y un sinfín de aplicaciones novedosas. Por ello, si quieres explorar todas sus posibilidades y convertirte en referente en un sector en alza, ¡un Grado en Ingeniería de la Ciberseguridad o en Sistemas de Telecomunicación puede ser tu primera etapa hacia un futuro digitalmente muy prometedor!