Son muchas las materias básicas que forman parte del plan de estudios de prácticamente cualquier título del área de Ciencias de la Salud. Estudiar Fisiología, Anatomía, Biología, Bioquímica o Microbiología suele formar parte del programa teórico de los primeros cursos de carrera, ya que son asignaturas que aportan los conocimientos necesarios para entender cómo está formado el cuerpo, qué procesos químicos se producen en él y, en general, cómo funcionan sus diferentes sistemas; sólo partiendo de esta base general, pero fundamental, podremos escalar hacia materias más específicas en cursos superiores.
En todas las carreras universitarias es importante partir de conceptos generales para ir, sucesivamente, adquiriendo una visión más concreta y especializada de lo que estamos estudiando. Y, cuando hablamos de estudios sanitarios, esto se hace todavía más patente: ¡no podremos aprender a identificar patologías, indicar tratamientos o administrar fármacos si no conocemos a la perfección el cuerpo humano, sano y enfermo!
¿Qué es la fisiología y para qué sirve?
Si vas a iniciar tu grado en Ciencias de la Salud, casi con toda seguridad vas a estudiar Fisiología en tu primer año de carrera, ¡tan importante es esta asignatura! Parte de la biología y consiste en conocer cómo funciona el cuerpo humano y los distintos sistemas que lo integran, por lo que está íntimamente ligada a la anatomía, otra gran rama que habitualmente se cursa en los primeros años. Así, mientras la anatomía se centra en la estructura del cuerpo (músculos, huesos, etc), la fisiología indaga en la función del mismo, en cómo funcionan sus órganos y sistemas cardiovascular, sanguíneo, respiratorio, renal, digestivo y endocrino.
El concepto de homeostasis hace referencia a la situación de equilibrio que se da entre todos los sistemas y procesos del cuerpo para mantenerlo vivo y funcionando con normalidad
Estudiar fisiología te permitirá conocer cómo es y se comporta un cuerpo sano, así como los procesos e interacciones que se dan en sus sistemas. De esta manera, posteriormente podrás avanzar en el conocimiento de las enfermedades, cómo alteran nuestra salud y qué organismos las provocan; es habitual, de hecho, que partiendo de esta base puedas avanzar después a materias como Fisiopatología, donde profundizarás en las causas, los sistemas de producción y las consecuencias de las llamadas disfunciones fisiológicas: las patologías o enfermedades.
Conocer el funcionamiento normal del organismo en su conjunto te permitirá identificar las relaciones existentes entre nuestros diferentes órganos, aparatos y sistemas, así como de los diversos procesos moleculares y celulares que lo integran. Son precisamente todos estos procesos los que nos permiten mantenernos con vida, y por ello su conocimiento resulta fundamental: saber cómo respiramos, cómo nos nutrimos, cómo nos movemos…
Existen distintas ramas de la fisiología en función del organismo objeto de estudio; por ello, aunque hasta ahora nos hemos referido a los seres humanos, también existen otras variantes como la fisiología animal, vegetal o microbiana. En lo que todas coinciden es en el estudio de la función y procesos vitales de esos organismos, que además tienen que estar vivos; y es que, a diferencia de la anatomía, la fisiología sólo tiene sentido cuando se analizan organismos vivos porque, ¡sin vida no hay función que valga!
¿En qué carreras es importante estudiar fisiología?
La fisiología humana es una de las áreas de conocimiento básicas de Ciencias de la Salud, y una parte fundamental en la formación de los futuros sanitarios desde los primeros momentos de la enseñanza. Su estudio es imprescindible para comprender las patologías y cómo tratarlas, por lo que resulta vital para el ejercicio de profesiones como la medicina, la enfermería, la farmacia o la fisioterapia.
Entre otros muchos aspectos, una primera aproximación a la fisiología te llevará a conocer algunos procesos como los siguientes, asociados a su sistema correspondiente:
- Fisiología del sistema cardiovascular: Circulación venosa, linfática y pulmonar, fases del ciclo cardíaco, circuitos mayor y menor, mecánica del corazón.
- Fisiología sanguínea: Composición de la sangre, hemostasia e inmunidad.
- Fisiología del sistema respiratorio: Ventilación pulmonar, transporte de gases y aspectos mecánicos de la ventilación.
- Fisiología del sistema renal o excretor: Secreción renal, equilibrio ácido-base, flujo sanguíneo y función renal.
- Fisiología del sistema digestivo: Digestión y absorción, regulación de la función gastrointestinal y motilidad digestiva.
- Fisiología del sistema endocrino: Tiroides, función pancreática y secreción hormonal.
A pesar de que estudiar fisiología es algo bastante generalizado en el área sanitaria, pueden existir focos diferentes según la especialidad que estemos estudiando. Así, por ejemplo, es lógico pensar que en el grado en Fisioterapia se haga especial hincapié en la función motora, el rendimiento muscular o el análisis del sistema musculo-esquelético; y que en el grado en Medicina se estudie a nivel celular y de tejidos, como preparación a otras materias relacionadas con las patologías y su tratamiento.
Como ves, adquirir conciencia del carácter global del cuerpo humano, así como de los sistemas y órganos que lo integran, es muy importante para poder entender las consecuencias que su alteración tiene sobre la salud. Por ello, cuando te preguntes qué es la fisiología y para qué sirve estudiarla, ¡piensa que estás formándote en la base sobre la que se sustenta todo el conocimiento que existe sobre la salud de las personas!