La vicerrectora de Ordenación Académica y Estudiantes detalla todo lo que la CEU UF3 les ofrecerá dentro y fuera de las aulas
Los alumnos son el alma del campus, su vida universitaria empezará con nosotros y dan verdadero sentido a todo el trabajo que hay detrás de la puesta en marcha y funcionamiento de una universidad. En la Universidad CEU Fernando III daremos la bienvenida a nuestros primeros estudiantes a partir de septiembre, ellos estrenarán las nuevas instalaciones y adquirirán los conocimientos necesarios para convertirse en profesionales excelentes, no solo en el ámbito académico sino también en el personal.
Así lo explica la vicerrectora de Ordenación Académica y Estudiantes, Beatriz Hoster, “apostamos por una formación integral, situando a la persona en el centro. Trabajamos para potenciar la empleabilidad de los alumnos en un futuro. Durante todo el tiempo que están con nosotros, les ayudamos a descubrir su verdadera vocación y les transmitimos una serie de valores -basados en el humanismo cristiano- que, junto a la preparación académica, los convierten en profesionales que tendrán mucho que aportar a la sociedad en todos los sentidos”.
De la vida universitaria a las empresas
Los cambios en el mercado laboral se suceden de manera vertiginosa, por lo que es fundamental estar al tanto de lo que demandan las organizaciones. Para ello, “ponemos en marcha programas de empleabilidad, iniciativas que favorezcan el acercamiento entre la empresa y la universidad”, prosigue la vicerrectora. Además de saber cuáles son las profesiones del futuro, los perfiles más solicitados, los conocimientos, competencias y habilidades técnicas que van a requerir, “hay que focalizar en lo permanente, en las conocidas como soft skills y en otras tantas aptitudes muy tenidas en cuenta en el día de hoy a la hora de contratar”.
Para todo ello, es fundamental el compromiso del equipo docente, profesores que ofrecen una atención personalizada a cada estudiante, “la vida universitaria es una aventura maravillosa, pero también implica un nivel de exigencia elevado. Mantenemos la exigencia y el acompañamiento durante todo el camino, para que se superen a sí mismos sabiendo que pueden acudir a sus tutores en cualquier momento”.
Asimismo, se les inculca la importancia del esfuerzo, del trabajo constante, “si quieren conseguir sus objetivos, tendrán que poner todo de su parte. En una sociedad como en la que vivimos, de la inmediatez, hay que convencerles de que la recompensa -en la mayoría de las ocasiones- no llega pronto, deben aprender a esperar, a sembrar con paciencia para recoger más adelante”, recalca Hoster.
Nuevas tecnologías e internacionalización
En el contexto actual, en el que las nuevas tecnologías y la globalización determinan el presente y el futuro de la sociedad en general y las empresas en particular, se hace muy necesario ofrecer a los alumnos formación en este sentido. Por un lado, “instruyéndoles en las competencias y habilidades tecnológicas oportunas según el puesto que vaya a desempeñar, acercarles a la Inteligencia Artificial –cuya importancia en el futuro laboral es incuestionable– aplicada al sector de cada uno y cómo se debe usar, sin descuidar los conocimientos humanísticos para concebir la tecnología desde una perspectiva ética y moral, entendiendo los riesgos que conllevan”.
Por otra parte, afirma que “es nuestra misión también empujarlos a conocer mundo, a vivir una experiencia internacional que intensifique su preparación en idiomas, especialmente en inglés, y también les dé la posibilidad de conocer otras culturas”.
Vida de campus
Cabe destacar la intensa vida de campus que se les ofrecerá desde su llegada. “Fomentamos una vida universitaria muy potente, los animamos a descubrir nuevas aficiones y a desarrollarlas -tanto deportivas como culturales-. Queremos que nos hagan sus propuestas, porque vivir la universidad implica tanto lo que sucede dentro de las aulas, como fuera”, explica Beatriz Hoster.
Igualmente, podrán participar en actividades que les ayuden a ir generando un pensamiento crítico que les permita entender lo que pasa en el mundo no como meros espectadores, sino como posibles agentes del cambio. En este sentido, “se les traslada un modo de entender la vida y la sociedad en la que vivimos acorde con el proyecto educativo de nuestra universidad”, concluye.