El comienzo del nuevo año siempre es un período extraordinario y de transición que debemos asumir, muchas veces con resignación. La vuelta a la rutina tras las vacaciones nos obliga a adaptar de nuevo nuestro horario, recuperar proyectos aparcados, preparar los temidos exámenes e incluso reajustar nuestros gastos para superar la cuesta de enero.
Sin duda, la Navidad es un momento para disfrutar y descansar, pero también conlleva algún que otro exceso que siempre termina por pasarnos factura. Y esto ocurre de forma literal: el Black Friday, los regalos y las celebraciones especiales hacen que diciembre sea un mes repleto de gastos extraordinarios, a los que hay que añadir la habitual subida de precios que nos espera a principios de año: sí, la temida cuesta de enero es un momento complejo para nuestra economía personal que debemos tratar de navegar de la mejor manera posible.
¿Cómo podemos superar la cuesta de enero?
Deberemos planificar bien nuestras finanzas si queremos que nuestros bolsillos se recuperen de los festejos navideños, además de asumir la subida de precios que trae consigo el nuevo año. Y es que a 1 de enero se actualizan los precios en base al IPC (Índice de Precios al Consumo), normalmente al alza por el incremento del coste de la vida, y esto representa un pequeño reto adicional para superar la cuesta de enero. En definitiva, un mes en el que ahorrar resulta un poco más complicado de lo habitual.
Sin embargo, existen ciertas claves que nos pueden ayudar a sobrellevar mejor este período sin que nuestro presupuesto y nuestro consumo se vean afectados. Siempre habrá que hacer algún ajuste pero, con cierta previsión y claves de ahorro, ¡seguro que llegamos vivos a final de mes!
1 . Cuidado con las rebajas: El mes de enero habitualmente viene plagado de reclamos comerciales y precios rebajados que, en ocasiones, incitan a un consumo innecesario. ¡Suculentos descuentos y promociones que nos harán comprar ropa, tecnología o caprichos que sólo harán que la cuesta de enero sea todavía más empinada!
2 . Hazte un presupuesto: Una buena educación financiera nos llevará a controlar en todo momento cuáles son nuestros ingresos y nuestros gastos, así como a identificar aquellos que son básicos, recurrentes o extraordinarios. Planificar con criterio el presupuesto nos ayudará a identificar «partidas» por conceptos y así tener un mayor control sobre lo que podemos y debemos gastar en nuestras compras.
3 . Revisa lo que consumes: Un buen propósito de nuevo año puede ser el de volver sobre nuestros gastos y analizar cuáles son realmente necesarios y de cuáles podemos prescindir. Seguro que descubrimos cuotas, suscripciones y servicios contratados que son recurrentes, pero de los que no disfrutamos completamente; un consumo más responsable no sólo nos supondrá un ahorro, sino que además nos ayudará a ser más eficientes en nuestras decisiones de compra.
4 . Ahorra siempre que puedas: El consumo responsable también nos llevará a optimizar nuestros recursos disponibles. Ahorrar no implica necesariamente apretarse el cinturón o dejar de disfrutar de las cosas que nos gustan, sino de reservar una parte de nuestros ingresos para futuros imprevistos o invertir en productos bancarios rentables.
Superar la cuesta de enero comienza por ser mucho más conscientes, y de forma recurrente, de lo que tenemos disponible para gastar y de cómo debemos gastarlo. Reconfigurar nuestros hábitos de consumo, no abusar de las tarjetas de crédito y evitar el endeudamiento nos ayudará sin duda a tener unas finanzas mucho más saneadas.
Claves para una buena educación financiera
No es necesario ser un as de la contabilidad o poseer un MBA para gestionar nuestro patrimonio de manera eficiente. La educación financiera está intrínseca en carreras especializadas como Administración y Dirección de Empresas o Economía, pero la adquisición de buenos hábitos puede iniciarse desde la escuela y ser motivada en nuestro entorno familiar al tiempo que se hace más sofisticada con el tiempo.
Según el INE, la tasa de ahorro de los hogares se situó durante el segundo trimestre de 2024 en el 21,2% de su renta disponible bruta
Conocer el valor del dinero es útil en todas las etapas de la vida, ya sea administrando una pequeña paga semanal o ahorrando para darnos un capricho si alcanzamos cierto objetivo. Ejercitar la compra consciente, identificar oportunidades de inversión o familiarizarnos con las dinámicas del mercado deberían ser hábitos que adquiramos y reforcemos con la edad y nuestra posición económica. De esta forma, seremos capaces de tomar mejores decisiones de compra, prevenir deudas innecesarias o estar cubiertos en caso de una situación imprevista.
La compra de un coche, de una segunda vivienda, la contratación de un plan de jubilación o simplemente conseguir superar la cuesta de enero sin abrir un boquete en nuestra cuenta bancaria… ¡la clave de todo está en contar con una buena educación financiera!